Una de las grandes preocupaciones del filósofo griego Epicuro
era la propia felicidad, algo que suele preocupar a la mayoría. ¿Cómo
ser felices? ¿Qué se necesita para ser feliz? Mientras que anteriormente
los filósofos querían saber más acerca de otros sentimientos como la
bondad, Epicuro se interesó por cómo ser feliz y se centró en ello.
Sus estudios acerca de este
estado de ánimo le influyeron tanto, que decidió dedicarse por completo a
la felicidad y fundó una escuela bajo el nombre Escuela para la
Felicidad. La idea de Epicuro y sus análisis fueron sorprendentes para
todos y después de estudiar la felicidad durante muchos años, el
filósofo llegó a una serie de conclusiones.
Entonces – como ahora – la gente estaba
obsesionada por encontrar el amor, por tener mucho dinero y por
disfrutar de grandes lujos. En lugar de ello, Epicuro apostaba por
valorar lo que se tiene para conseguir la tan ansiada felicidad. El amor
y la felicidad se repelen, es demasiado complicado y rara vez se puede
comprender.
Sin embargo, las amistades son mucho más gratificantes porque con los
amigos uno no es posesivo. Por ello Epicuro creía en la importancia de
cuidar a los amigos y encontrar tiempo para los planes entre amigos.
Acerca del dinero, el filósofo analizó los esfuerzos que se invierten
para tener un trabajo y una carrera profesional. En muchas ocasiones –
como actualmente – hay dificultades para encontrar empleo y lo único que
se encuentra son ambiciones frustradas.
No obstante, lo realmente
satisfactorio en un trabajo es realizarse gracias a él. Cuando ayudas a
los demás o haces cosas para mejorar tu entorno, te sientes realizado y
llegas a la conclusión de que la labor que realizas es verdaderamente
significativa e importante.
Al igual pasa con los deseos de tener una gran casa, un coche o los
grandes lujos. Detrás de la fantasía del lujo, lo que uno busca es la
calma. Crear un entorno acogedor con vistas ayuda a que las
preocupaciones se diluyan ya que se comprenden mejor. Es lo que Epicuro
defendía, la calma como una cualidad interna resultado del análisis
personal. Por ello, siempre es bueno encontrar un rato para leer,
escribir o aprender de la mano de un buen consejero.
Así lo hizo él, decidió convivir diariamente con sus amigos en una
modesta parcela donde cada uno se dedicó a una tarea distinta. Dejaron
de lado sus trabajos y se centraron en la fabricación de muebles o el
arte. Una parte del día la dedicaban a comprenderse mejor, a reflexionar
sobre uno mismo y las ansiedades de cada uno.
El experimento del filósofo se extendió como la pólvora, e incluso se
formaron comunidades de epicúreos por todo el Mediterráneo. La
influencia de Epicuro fue mucho más allá y llegó a inspirar al mismísimo
Karl Marx quién pensó en él como su filósofo favorito y modeló el
comunismo al estilo de Epicuro. Incluso hoy en día su análisis de las
falsas señales de la felicidad son usadas para la publicidad.
La filosofía de Epicuro exprime
la esencia de la verdadera felicidad. La abundancia y el vivir a manos
llenas no son sinónimo de felicidad, los valores sí lo son.
El pensamiento de este filósofo invita a
cambiar la comprensión de uno mismo y en consecuencia, cambiar la
sociedad en la que se vive. A menudo, inviertes dinero y tiempo en cosas
que no necesitas para ser feliz, probablemente un regreso a la
filosofía y el respeto a los valores son una mejor inversión en el
negocio hacia la felicidad.
extraído de esta web
La clave del modo de vida epicúreo, de tener que ser
resumida en tres palabras, vendría a ser: gozar, saber y compartir.
Esos tres factores, como nos muestran las palabras de Epicuro, están
íntimamente relacionados: Gozar el placer de estar vivo, saber discernir
lo que es verdaderamente valioso, y compartir en la amistad tanto la
vida como el conocimiento.
De todos los bienes que la sabiduría procura para la felicidad de una vida entera, el mayor con mucho es la adquisición de la amistad.