martes, 3 de mayo de 2016

POLIFEMO

En la mitología griega la figura del gigante y cíclope Polifemo se conocía desde los primeros siglos de su historia. Tenemos su descripción en Homero (siglo VIII a.C.) y en Hesíodo (hacia el siglo VII a.C.) 
Según Hesíodo en su "Teogonía" (vv. 139-146) los cíclopes eran tres hijos de Urano y Gea (Brontes, Estéropes y Arges) que personificaban tres fenómenos naturales: el trueno, el relámpago y el rayo. Encerrados por su padre en el Tártaro fueron liberados por Zeus y como muestra de gratitud le regalaron el rayo y el trueno.
La descripción de Polifemo que hace Homero en la Odisea (canto IX) es muy diferente pero ha sido el relato más popular y difundido. Sólo coincide con el anterior en el aspecto físico del protagonista: era un cíclope gigante. Todo lo demás es muy distinto: cambia su nombre, fue el más importante de los cíclopes y despreciaba a Zeus.

Ulises cegando a Polifemo. Grupo escultórico hallado en 1957 en una villa que el emperador Tiberio (14 al 37 d.C.) construyó en Sperlonga junto al mar. Tenía una gruta, utilizada para comer en verano, en la que estaba este grupo que representa el famoso pasaje de la Odisea. Se ha atribuido su autoría a los escultores rodios Agesandro, Atenodoro y Polidoro que, según Plinio el viejo, son los mismos autores del famoso grupo de Laocoonte y sus hijos. Su estilo dinámico y su tremenda musculatura permiten atribuirlo al período helenístico, hacia el 180 a.C.

Homero nos lo describe como hijo de Poseidón. Era un gigante de aspecto horrible a causa de tener un único ojo redondo, que ese es el significado de Cíclope. Además de su aspecto físico eran también horribles sus costumbres y su moralidad: era cruel, avariento, comía carne cruda, se emborrachaba, despreciaba el deber de la hospitalidad y se comía a los humanos que pasaban junto a su cueva de Sicilia, en las laderas del Etna, donde vivía pastoreando sus ovejas, vestido de pieles y con un gigantesco cayado...