A Eratóstenes le debemos la primera medición precisa del meridiano terrestre, cosa que consiguió mediante un sistema de semejanza de triángulos para medir la distancia entre Asuán y Alejandría (que se encuentran en el mismo meridiano) usando como referencia el tiempo que tardaban los camellos en llegar de una ciudad a otra. Pero eso ya lo sabías. Lo que tal vez no sepas es que Eratóstenes murió por inanición voluntaria tras quedar ciego.
Las primeras civilizaciones cultivaron la creencia de que la tierra era llana. Los griegos fueron los primeros en hablar de una superficie esférica, siendo una de las primeras pruebas las presentadas por Aristóteles (384-322 a.C.) al darse cuenta de que la sombra que se proyectaba sobre la luna en un eclipse era curva. Por supuesto una forma redonda y perfecta también entonaba mejor con la creencia de que la Tierra lo era todo.
Pocos años más tarde, Erastótenes de Cirene (276-196 a.C.) estudió el brillo del sol sobre los pozos de Siena en el solsticio de verano. Calculó el ángulo con que el sol caía sobre Alejandría y, geométricamente estableció con ello que la circunferencia de la tierra medía 40.000 Km. ¡Increíblemente preciso para aquella época!
No sería hasta el s. XVI cuando se dio la prueba definitiva de la teoría esférica y su tamaño, cuando algunos miembros dela Casa de la Contratación de Sevilla y la corporación de navegantes y cosmógrafos, se pusieron de acuerdo con el navegante portugués Magallanes para organizar la expedición que diera por primera vez la vuelta al mundo.
El 6 de septiembre de 1522, después de más de tres años de viaje, arriaron en Sevilla dieciocho hombres (en un principio salieron 265) al mando de Juan Sebastián Elcano después de conquistar la mayor empresa científica de la historia, por aquel entonces.
Muchas personas no conocen el nombre de este antiguo pensador griego, que bien podría ser considerado entre los grandes científicos de la humanidad. Nacido en Cirene, al norte de la ciudad de Alejandría, cerca del año 276 a.C., Eratóstenes tenía inquietudes de todo tipo, como la matemática, la filosofía y el teatro.
Eratóstenes trabajó en la famosa Biblioteca de Alejandría. Una de sus principales obsesiones fue la resolución de problemas matemáticos y geométricos como la naturaleza de los números primos o la duplicación del cubo. Por su alcance en varias ciencias, se destacó entre sus contemporáneos por lo que le fue dado el sobrenombre de Pentathlos.
Sin embargo, entre tantas dotes científicas que este sabio tenía, ha pasado a la posteridad por ser el primer hombre en medir la circunferencia de la tierra, prácticamente con elementos tan rudimentarios, como podrían serlo ahora para un hombre común en nuestro tiempo.
Al mediodía de ese 21 de junio se dio cuenta que sí proyectaba sombra. Ante el acertijo de por qué razón el mismo palo proyectaba sombra en un lugar y no en otro, Eratóstenes coligió hasta concluir que no podría deberse sino a que la tierra no era plana, sino que era redonda.
Eratóstenes midió los ángulos que formaban las diferentes sombras proyectadas por los palos en Siena y Alejandría, respectivamente, llevaron al sabio a deducir que existía una diferencia de unos siete grados.
Dedujo que si una circunferencia tiene 360º, la cincuentava parte de esta sería siete; teniendo en cuenta la distancia que existía entre las dos ciudades, que era de unos ochocientos quilómetros, dedujo la fórmula encontrando que la tierra debía medir aproximadamente cuarenta mil quilómetros.
Aunque tendrían que pasar cerca de dos milenios para poder comprobarlo con instrumentos de alta precisión, el hallazgo de Eratóstenes es un hito en la ciencia hasta hoy.
Eratóstenes trabajó en la famosa Biblioteca de Alejandría. Una de sus principales obsesiones fue la resolución de problemas matemáticos y geométricos como la naturaleza de los números primos o la duplicación del cubo. Por su alcance en varias ciencias, se destacó entre sus contemporáneos por lo que le fue dado el sobrenombre de Pentathlos.
Los primeros pasos de su hallazgo
Con los profundos conocimientos de geometría que tenía, Eratóstenes diseñó una esfera para realizar observaciones astronómicas. Entre otros de sus descubrimientos puede mencionarse la duplicidad de la elíptica, lo que posteriormente los navegantes en el renacimiento aplicarían a sus travesías a través de los mares.Sin embargo, entre tantas dotes científicas que este sabio tenía, ha pasado a la posteridad por ser el primer hombre en medir la circunferencia de la tierra, prácticamente con elementos tan rudimentarios, como podrían serlo ahora para un hombre común en nuestro tiempo.
Medición de la circunferencia terrestre
El gran hallazgo de Eratóstenes tuvo lugar un 21 de junio. Durante el mediodía de aquel solsticio de verano, el sabio tomó un papiro de la biblioteca y supo que en Siena un palo no proyectaba su sombra sobre el suelo; movido por su curiosidad científica, decidió comprobar lo mismo en Alejandría.Al mediodía de ese 21 de junio se dio cuenta que sí proyectaba sombra. Ante el acertijo de por qué razón el mismo palo proyectaba sombra en un lugar y no en otro, Eratóstenes coligió hasta concluir que no podría deberse sino a que la tierra no era plana, sino que era redonda.
Eratóstenes midió los ángulos que formaban las diferentes sombras proyectadas por los palos en Siena y Alejandría, respectivamente, llevaron al sabio a deducir que existía una diferencia de unos siete grados.
Dedujo que si una circunferencia tiene 360º, la cincuentava parte de esta sería siete; teniendo en cuenta la distancia que existía entre las dos ciudades, que era de unos ochocientos quilómetros, dedujo la fórmula encontrando que la tierra debía medir aproximadamente cuarenta mil quilómetros.
Aunque tendrían que pasar cerca de dos milenios para poder comprobarlo con instrumentos de alta precisión, el hallazgo de Eratóstenes es un hito en la ciencia hasta hoy.