lunes, 30 de mayo de 2016

LA VENUS DE MILO

GRECIA Y EL DOMINIO DEL MAR


A partir del siglo VIII a. C., los griegos colonizaron nuevas tierras por todo el Mediterráneo, primero en busca de campos por cultivar y más tarde para comerciar con sus productos. Fueron grandes navegantes: se orientaban con los astros, aprovechaban los vientos y las corrientes y conocían el periodo propicio para la navegación.
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Los griegos practicaban el cabotaje, que les permitía realizar paradas según sus necesidades. Intercambiaban sus mercancías, sobre todo alimentos y productos artesanales, por las propias de cada lugar. El objetivo consistía en tener el barco siempre lleno, tanto en el camino de ida como a la vuelta.
https://www.educaixa.com/microsites/El_Mediterrani_del_mite_a_la_rao/mediterraneo_griego_de_atenas_a_casa/

A partir del s. VIII a. C. se documenta la colonización griega del Mediterráneo. Muchas ciudades griegas, por motivos agrarios, partieron de Grecia y exploraron y ocuparon nuevos territorios con buenas tierras de cultivo. Tras entenderse con las poblaciones autóctonas, fundaron pequeños asentamientos que posteriormente se convertirían en importantes puntos estratégicos comerciales gracias al intercambio de productos.
Y estuvieron en condiciones de hacerlo porque los griegos eran grandes navegantes. Tenían todo tipo de barcos. Uno de los más importantes fue la pentecontera, que les permitió llegar a todas partes: una nave de 50 remos, vela y doble función, tanto de expedición (guerra) como mercante. La tripulación conocía bien las corrientes, los vientos y los meses más propicios para la navegación (de mayo a septiembre); para orientarse de noche, buscaban los astros en el cielo (principalmente la Estrella Polar), mientras que de día no perdían de vista la línea de la costa. Este tipo de navegación se denomina de cabotaje: no recorrían largas distancias sino que iban parando para obtener alimento y bebida, descansar, evitar tempestades, solucionar problemas técnicos… y, evidentemente, intercambiar sus productos.
Los griegos practicaban un comercio de redistribución: cada ciudad importaba los productos que necesitaba a cambio de exportar los propios. La carga principal de los barcos eran los alimentos, por ejemplo cereales, vino, aceite y salazones (que se transportaban en ánforas), así como los productos artesanales, como las cerámicas de lujo y los objetos de metal manufacturados; la carga secundaria podía ser muy variada: madera, papiro, marfil, especias, perfumes y ungüentos, tejidos, esparto e incluso esclavos.
Gracias al comercio, las ciudades crecieron y se convirtieron en importantes y prósperas polis (ciudades estado griegas) que no tenían nada que envidiar a la gran Atenas. ¡Y entre ellas, estaba Ampurias! 
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miércoles, 18 de mayo de 2016

ORIGEN DE NIKE

En 1971, Phil Knight conoció Carolyn Davidson en la Universidad de Portl
de él era profesor de contabilidad y ella estudiaba diseño gráfico. Carolyn realizó varios diseños para algunas zapatillas y Knight le encaragó realizar un logo para su marca, una tarea que le empezaba a correr prisa después de tanto tiempo. Carolyne le entregó varios diseños, pero cuentan que ninguno llegó a convencerle. Debido a que tenía que elegir rápidamente una marca para estampar en unas cajas optó por uno de ellos sin demasiado convencimiento. El dibujo «ganador» fue el «Swoosh» –ese es el nombre que le dieron–, que representa una de las alas de la diosa griega Niké. Carolyn Davidson apenas cobró 35 dólares por aquel trabajo.

lunes, 16 de mayo de 2016

OLIMPIADAS

Carrera atlética
  • Carrera atlética
    Estadio: Fue la carrera principal y más antigua, y consistía en correr un largo del estadio (192,28 m en Olimpia). Esta carrera, de gran prestigio entre los griegos, fue la única prueba de velocidad que  se realizó en las trece primeras Olimpiadas, por lo que el ganador de la misma, en Olimpia, daba su nombre a la Olimpiada. Cuando se incluyeron otras carreras después, ésta se corrió en primer lugar y durante mucho tiempo fue considerada como la prueba reina de los Juegos. El vencedor en la misma era, por otra parte, el encargado de encender el fuego sagrado en el altar de Zeus, de donde procede la actual costumbre, desde los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, de encender una antorcha en Olimpia y llevarla desde allí a la ciudad donde se vayan a celebrar los mismos.
  • Díaulo. El diaulo o doble estadio se introdujo en los Juegos Olímpicos de 724 a. C., y consistía en correr dos largos del estadio (cerca de 4000 m), efectuando los atletas el giro de
    Carrera con armas
    Carrera con armas
    vuelta en el poste de piedra que había al fondo del mismo. En la Olimpiada 15 (720 a.C.), uno de los atletas que participó en esta prueba (el espartano Acantos, según Filóstratos, y, según Tucídides y Pausanias, Orrhippos de Mégara), corrió sin el ceñido pantaloncito tradicional minoico, totalmente desnudo. A partir de entonces, se hizo habitual la desnudez  completa de los atletas.
  • Dólico: Era la carrera de fondo, en la que se corrían al principio ocho estadios, que fueronaumentados con el paso del tiempo hasta llegar a los veinticuatro (4.500 metros, aproximadamente). Incluida también, por primera vez, en la Olimpiada 15 (720 a.C.), esta prueba recuerda, según Filóstratos, la institución de los corredores-mensajeros, los cuales
    Salto de longitud
    Salto de longitud
    procedían, sobre todo, de la región de Arcadia y tenían la misión de transmitir a las polis a las que les afectara las declaraciones de guerra o de paz, las propuestas de tregua o las de alianza, etc., efectuadas por la/s polis que podía/n y deseaba/n hacerlo. Dicha función debía realizarse únicamente a pie.
  • Hoplitodromía. Esta carrera, considerada como preparación ideal para la guerra, se corrió por primera vez en los Juegos Nemeos y, posteriormente, en los Juegos Olímpicos y en los Píticos. En ella se efectuaba el mismo recorrido que en el díaulo, pero llevando el atletapuestas las armas defensivas de un hoplita: yelmo, coraza, espada y glebas, al principio, y después, sólo yelmo y   coraza
  • Salto de longitud. El salto de longitud no existía como prueba independiente, sino como parte integrante del pentatlón. La efectuaba el atleta llevando una pesa (altera) de piedra o
    Lanzamiento de disco
    Lanzamiento de disco
    de metal (preferentemente, plomo) en cada mano, de entre uno y cinco kilos de  peso y de doce a diecinueve centímetros de diámetro, según la categoría del concursante, con las que éste conseguía dar mayor impulso y alargar su salto. Probablemente el atleta se lanzaba desde el balbis y caía sobre un piso blando y aplanado  (skamma). El salto era válido sólo cuando las huellas de los pies quedaban claramente impresas en el suelo y a la misma altura aproximadamente ambas.
  • Lanzamiento de disco. En los Grandes Juegos panhelénicos, esta prueba se realizaba formandotambién parte sólo del pentatlón. Este fue uno de los deportes favoritos de los grieg os, el cual exigía gran elasticidad, potencia y rapidez. Al principio, debieron de lanzarse piedras y, después, discos de metal (a partir del s.  V a. C., de bronce), de forma lenticular, gruesa en el centro y con los bordes delgados. Su tamaño y peso (entre 1,3  y 4 kg) dependía de la edad y categoría de los atletas. El lanzamiento del disco se realizaba desde el balbis dentro de un espacio limitado por delante y por los lados, que no se debía rebasar. El disco (más pesado que el actual, que es de 1,293 kg,) se frotaba con arena para que no
    Lanzamiento de Jabalina
    Lanzamiento de Jabalina
    resbalara entre los dedos.
  • Lanzamiento de jabalina. La jabalina era un arma de uso corriente en la guerra y en la caza. La jabalina deportiva era de pino, olivo o tejo y tenía aproximadamente la longitud de la altura del lanzador. En su centro de gravedad, llevaba enrollada una correa de cuero, de entre 35 y 45 cm de longitud, la cual terminaba en una lazada, en la que el lanzador introducía los dedos índice y medio de su mano, lo cual permitía a aquél duplicar o triplicar el alcance de la misma. Al parecer, para que el tiro fuera válido, debía clavarse en el suelo al caer. El límite de los movimientos del lanzador de la jabalina debió de ser también la línea del balbis.
  • Pentatlón: Se introdujo después de la 18ª Olimpíada (708 a.C.), y constaba de cinco pruebas: estadio, lucha, salto de longitud, lanzamiento de disco  y lanzamiento de jabalina. Con esta prueba se coronaba al atleta completo, que alcanzaba por ello un enorme prestigio entre los griegos. Al parecer, para ser proclamado vencedor en pentatlón, el atleta tenía que haber ganado al menos tres de las cinco pruebas que lo integraban.
En los agones atléticos, no figuraron las pruebas de natación, deporte al que los antiguos griegos no le debieron de dar importancia alguna, a pesar de ser un pueblo netamente marinero, ni el salto de altura ni la famosa carrera de Maratón. Esta prueba fue introducida en los modernos Juegos Olímpicos por consejo del profesor de la Sorbona, de París, Michel Barral, amigo de Pierre de Coubertin. En un principio, constaba de 40 kilómetros, que fue la distancia aproximada que recorrió el griego Filípides desde la llanura de Maratón hasta la ciudad de Atenas, para anunciar a los que habían quedado en ella el brillante e inesperado triunfo obtenido en dicha llanura por los atenienses sobre los persas, cayendo muerto tras decirles: NENIKÉKAMEN! (¡Hemos vencido!). Desde 1908, la citada distancia es de 42,195 kilómetros, debido a que el Príncipe de Gales, celebrándose ese año los Juegos Olímpicos en Londres, quiso dar la salida a los participantes en la Maratón desde el balcón de su palacio, por lo que éstos tuvieron que recorrer entonces esos kilómetros, que había desde allí hasta el estadio de Shepherds Busch. Dicha prueba fue sólo masculina hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, de 1984, en los que fue introducida también, por primera vez, la Maratón femenina.

Esclavos en Atenas, la vida sin libertad

Esclavos en Atenas, la vida sin libertad

Capturados en tierras lejanas, los esclavos se enfrentaban a una vida de trabajo y explotación de la que pocos escapaban

Resulta muy difícil saber qué proporción de esclavos frente a ciudadanos libres había en Atenas durante la época clásica. Los cálculos de los historiadores sugieren que esa proporción estaba próxima a un tercio de la población total. Esta considerable cifra revela un aspecto de la sociedad de la antigua Grecia que a veces tendemos a olvidar: la presencia de decenas de miles de individuos explotados como mano de obra, a veces de forma brutal, y condenados de por vida a la subordinación y el silencio, aunque algunos de ellos tuvieron la oportunidad de integrarse en la vida cotidiana de los ciudadanos de pleno derecho.
La gran mayoría de los esclavos de Atenas eran bárbaros nacidos en tierras lejanas, que habían caído en la esclavitud por vías diferentes. Algunos eran apresados por piratas y bandidos, o bien eran capturados durante las frecuentes guerras, en las que mujeres y niños se convertían en un valioso botín. También podían ser vendidos por sus familias: Heródoto cuenta que algunos pueblos, como los tracios, vendían a sus hijos a traficantes de esclavos que los llevaban a los grandes mercados de esclavos de Éfeso y Bizancio, ciudades situadas en la periferia del mundo griego, desde donde eran conducidos hasta Atenas. Los esclavos llegaron a ser tan baratos y su suministro tan regular que no hubo en la época clásica ninguna necesidad de criarlos en las haciendas.

Obreros, criados, policías...

Los esclavos hacían trabajos muy diversos; de hecho, no había ninguno específicamente servil. En Atenas había esclavos públicos que se empleaban en la policía: son los famosos arqueros escitas, un cuerpo creado en 476 a.C. y que acampaba en el Areópago (sede del Consejo de la ciudad). También se ocupaban en la administración como secretarios, escribas y verdugos. Su presencia en los campos debió de ser escasa, pues el Ática estaba llena de pequeños propietarios agrícolas. Los esclavos trabajaban sobre todo en talleres: artesanos y comerciantes compraban al menos uno y le enseñaban su oficio con la esperanza de retirarse y vivir del trabajo de su esclavo. Algunos ciudadanos poseían negocios a cierta escala con esta mano de obra: el padre del orador Demóstenes poseía 32 esclavos fabricantes de cuchillos, y el orador Lisias tenía 120 esclavos en su taller de armas (la mayor empresa ateniense de la que tenemos noticia).
Algunos amos dejaban trabajar por su cuenta a sus esclavos, que sólo estaban obligados a pagar una renta fija. Se les llamaba «los que viven aparte» y su modo de vida no sería muy diferente al de los hombres libres. Esclavos y ciudadanos trabajaban a menudo codo con codo y recibían el mismo salario, tal como sabemos por las inscripciones que registran las cuentas de las obras de los edificios públicos.
También había numerosos esclavos domésticos. Se les incorporaba a la familia con el mismo ritual con el que se acogía a la novia: se les hacía sentar en el hogar y la dueña de la casa echaba sobre su cabeza higos y nueces. También se les daba un nombre. Por eso los esclavos eran enterrados en la sepultura familiar. En algunas fiestas, como las Antesterias, podían unirse a la diversión de toda la familia, y en las dedicadas a Crono se les daba el día libre y permiso para comer con sus amos.
Un ateniense medio tenía al menos doce esclavos: un portero, un cocinero, un pedagogo (que llevaba a los niños a la escuela) y varias sirvientas que se ocupaban de las tareas de la casa. Las dirigía otra esclava, una que había llamado la atención de sus amos por su moderación en la bebida, la comida, el sueño y el trato con los hombres. Dentro de la casa, el alojamiento de las mujeres estaba separado del de los hombres por una puerta con cerrojo para evitar que procreasen sin el permiso de los amos.
La dueña de la casa tenía el deber de ocuparse de los esclavos domésticos. «Una tarea te parecerá poco grata: si se pone enfermo uno de los esclavos tienes que procurar por todos los medios que se cure», advierte un ateniense a su esposa, según Jenofonte. Incluso se hacía venir al médico, pues la muerte de un esclavo suponía la pérdida de una posesión material valiosa. Los atenienses se quejaban siempre de la desvergüenza y la grosería de sus esclavos. Un buen ejemplo es el esclavo portero que aparece en un diálogo de Platón, el Protágoras, que cierra la puerta en las narices al mismísimo Sócrates.

El palo y la zanahoria

Los esclavos que movían las muelas en los molinos o las esclavas compradas por el Estado para los burdeles del puerto del Pireo llevaban una vida muy dura. Pero el peor destino de todos era el de los que trabajaban en las minas de plata de Laurio, pues malvivían en condiciones miserables. Allí, en los períodos de mayor actividad pudo haber decenas de miles, sobre todo tracios y paflagonios procedentes de regiones mineras. El Estado, que era propietario de las minas, ofrecía la concesión a particulares que la explotaban con el trabajo de los esclavos.
Aunque Platón dice que «la propiedad de hombres también tiene sus dificultades», la regla era simple: recompensar a los esclavos diligentes –con mejores vestidos y alimentos, con un trato más humano y con la posibilidad de tener una compañera– y no vacilar en castigar a los que no aceptaban de buen grado su condición o eran inútiles para sus amos: se atemperaba su lujuria a base de hambre, se les encerraba para impedir que robasen, se les cargaba de grilletes para que no escapasen y se empleaba el látigo para corregir su pereza. Toda clase de castigos valía para obligarles a comportarse como un esclavo.

La ansiada libertad

Los esclavos eran, como dice Aristóteles, una «posesión animada» y no tenían, por tanto, derechos legales. Atenas sólo les protegía contra una muerte arbitraria. También podían escapar de un amo especialmente cruel acogiéndose como suplicantes en el templo de Teseo y pidiendo que se les vendiera a un dueño mejor, aunque esta opción sería rara en una ciudad donde se podía encontrar fácilmente esclavos en el mercado. Los esclavos podían declarar en los procesos judiciales, pero sólo si se les sometía a tormento; «atándolo a una escalera, colgándolo, azotándolo con un látigo, desollándolo, retorciéndole los miembros», según cuenta Aristófanes. Muchas veces, las partes implicadas ofrecían a sus propios esclavos para declarar en esas condiciones; se suponía que sólo bajo tortura se declaraba la verdad.
Los amos podían conceder la libertad a sus esclavos con una simple declaración ante testigos; un esclavo también podía rescatar su persona gracias al peculio, esa pequeña cantidad de dinero que el amo le había permitido ir ahorrando, o bien por disposición testamentaria. Tras su libertad, se le consideraba como un meteco y normalmente quedaba obligado a permanecer al lado de su antiguo dueño mientras viviera o a cumplir ciertas disposiciones. Aun así, las continuas guerras y revueltas políticas les ofrecían muchas posibilidades de escapar a su destino: en casos de emergencia, la ciudad podía alistarlos como remeros y se les concedía la libertad. También en esos momentos era más fácil la huida. En los años finales de la guerra del Peloponeso, más de 20.000 esclavos huyeron de Atenas. Muchos eran, como dice Tucídides, artesanos cualificados, pero prefirieron arriesgarse en busca de la ansiada libertad.

LOS ESCLAVOS

"En la especie humana hay individuos tan inferiores a los demás como el cuerpo lo es respecto al alma, o el animal respecto al hombre;  son los hombres de los que no se puede obtener nada mejor que el desarrollo de la fuerza corporal. Estos individuos están destinados por la propia naturaleza a la esclavitud, porque para ellos no hay nada mejor que obedecer"

jueves, 12 de mayo de 2016

CÓMIC PIGMALION



COMIC ATALANTA


ESCLAVOS?

Hallados en Atenas ochenta esqueletos maniatados de época arcaica

Esqueletos hallados en las cercanías de Atenas
Que el mundo antiguo era más violento y cruel que las idílicas versiones que los modernos hemos querido ver en el mismo es algo que cualquier historiador puede comprobar con un simple acercamiento a las fuentes. Los castigos corporales y las penas de muerte infligidas con suma crueldad eran algo habitual en todos los estados de la Antigüedad, incluidas la Grecia y la Roma clásicas en las que se basan los fundamentos de nuestra civilización. La pasada semana, un grupo de arqueólogos griegos realizó un hallazgo que nos pone de nuevo frente a esta violenta realidad.
La bahía de Fáliro, al sur de Atenas, es el escenario de una excavación arqueológica previa a la construcción de un centro cultural. Lo que eran unas simples excavaciones exigidas por ley, se convirtieron en el que puede ser el hallazgo más impresionante de los últimos meses. Los arqueólogos, que no esperaban encontrar en este punto nada de relevancia, han hallado una enorme fosa común en la que se alinean hasta ochenta esqueletos, con las manos atadas sobre la cabeza. Muchos de ellos tienen las mandíbulas abiertas, en un rictus eterno de dolor y súplica. Las primeras investigaciones señalan que los cuerpos pertenecen a hombres jóvenes y sanos, con una buena dentadura. Gracias al hallazgo de varios fragmentos de cerámica, se ha podido fechar la muerte de este grupo de individuos en la segunda mitad del siglo VII a.C., es decir, en plena época arcaica.
¿Quiénes eran estos individuos ejecutados y enterrados de forma tan cruel? Los historiadores han apuntado a la posibilidad de que se trate de los seguidores de Cilón, un noble ateniense que intentó dar un golpe de estado y fracasó en su intento. Sus partidarios tuvieron que refugiarse en la Acrópolis, antes de caer apresados y ser ejecutados por sus acciones. Aunque el propio Cilón consiguió escapar, no ocurrió lo mismo con sus seguidores, que fueron condenados a muerte. La fecha de la conjura de Cilón coincide con la propuesta por los arqueólogos para datar los esqueletos maniatados. ¿Estamos ante los restos de los seguidores de Cilón, ejecutados por tratar de establecer una tiranía en Atenas?

MAPA DE LA HÉLADE

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martes, 10 de mayo de 2016

cómic de PACO CARRIÓN Y JOSE I DOCAVO


COMIC DE SARA E INÉS 1ºA ESO 2016: PEGASO


lunes, 9 de mayo de 2016

SOCIEDAD GRIEGA

En la Grecia Clásica, la organización social se dividía básicamente según la condición de las personas:

  • Personas libres, fueran o no considerados ciudadanos.
  • Esclavos.
Teniendo en cuenta lo anterior, las dos principales polis, Atenas y Esparta, presentaban a su vez diferencias entre sí.
ATENAS
Clases sociales libres

  • Ciudadanos: La condición de ciudadano se conseguía mediante el nacimiento: si el padre lo era, entonces el recién nacido también. Durante la época de Pericles, además del padre, también debía serlo la madre.

  • La ciudadanía conllevaba derechos y deberes de diversa índole:
      • Político: Participaban en las magistraturas y podían votar y ser votados (según edad y requisitos patrimoniales).
      • Militar: Integraban las filas de hoplitas o de caballería.
      • Judicial: Debían ejercer como miembros de diversos tribunales de justicia. 
      • Social: Participaban en los cultos y festivales de la ciudad. Podían tener propiedades.

  • No ciudadanos
    • Metecos: Eran los extranjeros, fueran griegos nacidos en otras polis, no griegos asentados en la polis o esclavos liberados. Sus derechos y deberes eran:
      • Político: A pesar de ser libres, carecían de derechos de ciudadanía, por lo que no podían votar ni participar en ninguna de las instituciones del Estado. 
      • Militar: Servían como hoplitas o remeros. 
      • Social: Debían pagar un impuesto especial y carecían de derecho de propiedad privada. Aunque carecían de derechos de ciudanía sí podían llegar a obtenerlo.
    • Clerurcos: Eran los miembros de una colonia o clerurquía. A los enviados desde la polis se les asignaba un lote de tierra.
Clases sociales no libres
  • Esclavos: Era el grupo más numeroso y su origen era variado: aquellos que fueron vencidos durante las guerras, o sus descendientes; aquellos que habían impagado sus deudas;...
    No tenían derechos políticos ni tampoco sociales, excepto para participar en el culto público, aunque sí podían comprar su libertad y convertirse en metecos, mediante el trabajo u obtenerla de sus amos. Militarmente podían ser reclutados para el ejército o la flota.
ESPARTA
La sociedad se componía de tres grupos principales y dos secundarios:
Clases sociales principales
  • Ciudadanos o Espartiatas: Los ciudadanos, llamados homoioi ("los iguales"), tenían plenos derechos. Eran una minoría privilegiada dentro de la población y su principal función era la pertenencia al ejército y la participación en los órganos de gobierno.
  • No ciudadanos:
    • Periecos: Eran extranjeros que vivían en sus propias ciudades en las regiones periféricas, donde tenían su propia organización y mantenían su libertad personal. Políticamente no tenían los derechos de Esparta, pero sí derechos civiles propios. Militarmente tenían la obligación de servir en el ejército. Sus actividades principales eran el comercio, la artesanía y la agricultura.
    • Ilotas: Eran los esclavos públicos asignados a las tierras que el estado espartano cedía a los espartiatas.  Recibían una parte del producto producido una vez entregada la parte correspondiente al espartiata titular de las tierras. La presencia de ilotas en el ejército espartano fue siendo cada vez más frecuente, pudiendo ser liberados cuando destacaban en la batalla, pasando a convertirse entonces en neodamodes.

Clases sociales secundarias
  • Motaces: Eran hijos de uniones mixtas entre espartiatas e ilotas, o espartiatas pobres adoptados legalmente, apadrinados, por otras familias espartiatas. En caso de destacar en sus servicios a Esparta podía llegar a conseguir la plena ciudadanía.
  • Partenios: Eran hijos ilegítimos, bastante frecuentes debido a la ausencia continuada de los espartiatas por las frecuentes guerras.

VESTIDO GRIEGO Y ROMANO

CERÁMICA GRIEGA

Para hablar de la pintura griega es necesario hacer referencia a la cerámica, ya que precisamente en la decoración de ánforas, platos y vasijas,cuya comercialización era un negocio muy productivo en la antigua Grecia, fue donde pudo desarrollarse este arte.
Al principio los diseños y dibujos eran elementales formas geométricas que apenas destacaban sobre la superficie.
En el período arcaico ( siglos VII y VI a. C. ), se incluyó la figura humana, de un grafismo muy estilizado. En medio de las nuevas tendencias naturalistas, ésta cobró mayor importancia al servicio de la representaciones mitológicas.
La cerámica griega alcanzó un importante desarrollo. A lo largo del siglo VI a. C. los ceramistas atenienses impondrán su estilo, caracterizado por las figuras negras sobre fondo rojizo. El cuerpo del vaso sirve para representar toda clase de temas, imponiéndose lo narrativo sobre lo decorativo.
A finales de este siglo se produce un cambio significativo en el cromatismo de las piezas ya que las figuras tendrán el color rojo del barro y el fondo se pintará de negro. Polignoto será la primera gran figura, dotando al dibujo de un importante papel y limitando los colores al rojo, el blanco, el negro y el amarillo.

Sin embargo no se produce ningún cambio en la temática ni en la disposición de los asuntos en las piezas. Los lékythos tienen un carácter exclusivamente funerario ya que sirven para guardar las cenizas del difunto. Al ser alargado, deforma menos la figura e incluye policromía con azules, amarillos, ocres o morados.
Con el paso del tiempo, las figuras se fueron enriqueciendo progresivamente hasta cobrar volumen. Aparecieron, entonces, los primeros dibujos de plantas y animales enmarcados por guardas denominadas "meandros".
Las escenas se organizaron en franjas horizontales paralelas que permitían su lectura girando la pieza de cerámica. Con el reemplazo del punzón por el pincel los trazados se volvieron más exactos y detallistas.

viernes, 6 de mayo de 2016

MITOS LEYENDAS: DIOSES GRIEGOS

martes, 3 de mayo de 2016

POLIFEMO

En la mitología griega la figura del gigante y cíclope Polifemo se conocía desde los primeros siglos de su historia. Tenemos su descripción en Homero (siglo VIII a.C.) y en Hesíodo (hacia el siglo VII a.C.) 
Según Hesíodo en su "Teogonía" (vv. 139-146) los cíclopes eran tres hijos de Urano y Gea (Brontes, Estéropes y Arges) que personificaban tres fenómenos naturales: el trueno, el relámpago y el rayo. Encerrados por su padre en el Tártaro fueron liberados por Zeus y como muestra de gratitud le regalaron el rayo y el trueno.
La descripción de Polifemo que hace Homero en la Odisea (canto IX) es muy diferente pero ha sido el relato más popular y difundido. Sólo coincide con el anterior en el aspecto físico del protagonista: era un cíclope gigante. Todo lo demás es muy distinto: cambia su nombre, fue el más importante de los cíclopes y despreciaba a Zeus.

Ulises cegando a Polifemo. Grupo escultórico hallado en 1957 en una villa que el emperador Tiberio (14 al 37 d.C.) construyó en Sperlonga junto al mar. Tenía una gruta, utilizada para comer en verano, en la que estaba este grupo que representa el famoso pasaje de la Odisea. Se ha atribuido su autoría a los escultores rodios Agesandro, Atenodoro y Polidoro que, según Plinio el viejo, son los mismos autores del famoso grupo de Laocoonte y sus hijos. Su estilo dinámico y su tremenda musculatura permiten atribuirlo al período helenístico, hacia el 180 a.C.

Homero nos lo describe como hijo de Poseidón. Era un gigante de aspecto horrible a causa de tener un único ojo redondo, que ese es el significado de Cíclope. Además de su aspecto físico eran también horribles sus costumbres y su moralidad: era cruel, avariento, comía carne cruda, se emborrachaba, despreciaba el deber de la hospitalidad y se comía a los humanos que pasaban junto a su cueva de Sicilia, en las laderas del Etna, donde vivía pastoreando sus ovejas, vestido de pieles y con un gigantesco cayado...